TEDx Villanueva: cuando las ideas importan más que el guion
- Jaime Medel
- 10 abr
- 3 Min. de lectura
Actualizado: hace 16 horas

El pasado 28 de marzo presenté la primera edición de TEDx Villanueva en la Universidad Villanueva de Madrid. Acostumbrado a conducir eventos, congresos y galas uno va afinando el radar para identificar cuándo un evento tiene algo distinto. No por el número de asistentes, ni por el escenario, ni por la producción. Hay eventos que te atrapan simplemente por lo que ocurre en ellos. En este compartimos algo que escasea últimamente: atención plena. Porque te obliga a parar, a escuchar con atención y a pensar. TEDx Villanueva fue uno de esos.
De espectador a presentador

Hace unos años, con solo 16, me subí por primera vez a un escenario TEDx. Fue en TEDx Youth Torrelodones. Aquella charla la di como alumno, con la mezcla perfecta entre nervios y entusiasmo que se tiene a esa edad. Recuerdo que hablé de "Cómo ser profesional. La magia en el mago". Ocho años después, me ha tocado presentar desde el otro lado. Un cambio de rol natural, pero con el mismo objetivo: generar conexión entre el contenido y el público.
Un evento lleno de contenido
En esta primera edición pasaron por el escenario perfiles muy distintos, pero todos dejaron algo valioso. La jornada arrancó con Olga Trapero, que desde su experiencia como directora de marketing en grandes marcas, nos recordó que la clave no está solo en lo que decimos, sino en cómo lo contamos. Luego, Rosa Becerril nos llevó al otro extremo: el de la comunicación sin palabras. Esa que se filtra por las miradas, los gestos y los silencios.
Daniela Viniegra trajo consigo una historia inesperada, de esas que te giran la vida en cuestión de segundos, y que acaban transformando cómo ves todo. Luego subió al escenario Toni Pons, que desdramatizó el fracaso con inteligencia y humor. Pocas veces se habla tan claro del miedo, y pocas veces se le pierde el miedo al miedo desde el escenario.
Jeff Rickbour puso sobre la mesa una reflexión brillante sobre el branding y la simplicidad. Qué fácil es saturar de mensajes, y qué difícil es decir solo lo necesario. De ahí pasamos a la historia de Ana Pérez, atleta olímpica, que convirtió una lesión brutal en una lección sobre resiliencia. Su forma de contarlo fue de esas que te hace guardar silencio sin que nadie te lo pida. Dani Cerrato siguió el hilo con una charla centrada en las relaciones humanas, en plena era de inteligencia artificial y comunicación digital. Y para cerrar, Guille Collado puso el foco en la viralidad, en cómo las redes mueven emociones, atención y visibilidad en cuestión de segundos, y en la responsabilidad que eso conlleva.

Parar para pensar
Presentar TEDx Villanueva me recordó lo importante que es parar, escuchar, y dedicar tiempo a lo que de verdad importa.
También me recordó por qué disfruto tanto presentando este tipo de eventos. No se trata solo de hilar las intervenciones o marcar el ritmo del programa. Se trata de acompañar al público en un viaje de ideas que inspiran, provocan y abren conversación. Eventos donde, aunque no estés hablando, te estás llevando algo.
Y eso —en un mundo con tanto ruido— es cada vez más valioso.
Gracias a todo el equipo organizador por contar conmigo, a los ponentes por su generosidad y al público por entregarse. TEDx Villanueva ha empezado su camino, y estoy convencido de que es solo el principio.
Nos vemos en el próximo escenario.
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