top of page

Decidir sin tener todas las respuestas: sesión para THE MARK

Actualizado: 20 may


Jaime Medel durante la sesión de THE MARK en Los Molinos, hablando sobre cómo tomar decisiones sin tener todas las respuestas.

Hace poco me invitaron a participar en las primeras jornadas del programa THE MARK, un proyecto pensado para jóvenes de 15 a 17 años que busca trabajar algo tan importante como poco entrenado: el carácter.

No habilidades técnicas. No teoría. Carácter.


La sesión fue en Los Molinos, Madrid, donde se reunieron jóvenes de toda España que están dentro del programa. Fui a dar una sesión bajo un título que no da muchas certezas, pero sí plantea una pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez:

Cómo navegar en decisiones, errores y emociones cuando no tienes todas las respuestas

Un título largo, pero claro. Porque muchas veces así se vive esa etapa: sin tener todas las respuestas. Y aun así, te toca elegir.


Allí no se hablaba de asignaturas, sino de decisiones, errores, límites personales, presión social y emociones que no siempre sabes cómo gestionar ni cómo explicar.


Durante la sesión hablamos de esas decisiones que parecen pequeñas pero acaban pesando. De errores que duelen más por lo que piensas tú que por lo que dicen los demás. Y de emociones que no siempre sabes ordenar, pero que están ahí, empujando desde dentro.

 "No eliges lo que sientes, pero sí lo que haces con eso que sientes."

A partir de esa frase abordamos cómo funciona una emoción y cómo se estructura: desde lo que ves o vives, hasta lo que piensas y finalmente haces. Ese proceso, tan rápido que ni lo notas, se repite en tu día a día con personas, exámenes, decisiones vitales y hasta contigo mismo. Entenderlo es el primer paso para no dejar que las emociones te pasen por encima sin control.


Jaime Medel compartiendo experiencias personales en una sesión de educación del carácter con jóvenes y hablando sobre cómo tomar decisiones sin tener todas las respuestas..

No fue una clase ni una charla motivacional. Fue coaching y una conversación, con ejemplos reales y anécdotas personales que sirvieron como punto de partida para algo más importante:

Que ellos pudieran pensar por sí mismos.

Sin filtros. Sin miedo a fallar.


Lo mejor fue ver cómo respondieron. Porque, aunque muchos adultos siguen diciendo que los jóvenes están desmotivados o que no escuchan, la realidad es que sí escuchan... cuando sienten que lo que se les dice va en serio. Y esa mañana fue en serio.


El programa THE MARK tiene algo que me parece fundamental: parte de la investigación, pero aterriza en la vida real. No busca formar adolescentes perfectos, sino ayudarles a hacerse preguntas importantes en el momento justo.


No sé si mi sesión les cambió algo, pero sé que salieron con la cabeza un poco más inquieta. Y a esa edad, que empiece a moverse algo dentro ya es mucho.


Comments


Commenting on this post isn't available anymore. Contact the site owner for more info.
bottom of page